quiero decirte,
desde la ausencia,
desde este injusto dolor
que en mí provoca la noche,
ahora que entre sábanas
no encuentro ni alcanzo
tu sueño dormido,
aún sostengo
la imagen de tu ser,
el eco de tu voz,
de tu cuerpo,
de tus caricias,
porque amarte amé,
pero,
cómo seguir haciéndolo,
existir amándote,
sobrevivir al silencio,
dime,
cuál es la recompensa...
sí,
al olvido me entregaste,
al sentimiento desatendido,
a la melancolía,
al vacío de este presente
al que una y otra vez regresas
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